Con su propuesta “1878-1880”, el estudio español de arquitectura GVG, un equipo multidisciplinar dirigido por Daniel Galar Irurre, Josecho Vélaz Ballesteros y Javier Gil Ayesa, se ha alzado como ganador del concurso de proyectos para la rehabilitación de la antigua Estación Madrid-Delicias, sede del Museo del Ferrocarril de Madrid desde 1983
Promovida por el Ministerio de Transportes,Movilidad y Agenda Urbana, en coordinación con ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, la convocatoria apostaba al desarrollo de un Plan Director para el conjunto, con intervenciones que consideraran cuestiones específicas como la ampliación de la capacidad expositiva del Museo del Ferrocarril, la restauración de la marquesina de la Nave Central del Antiguo Edificio de Viajeros, la recuperación de las fachadas y cubiertas originales en los pabellones de entrada y salida y la rehabilitación y acondicionamiento de la zona norte de la Nave de Fomento para usos complementarios del Museo.
Con su proyecto, GVG plantea recuperar el espíritu original de la estación potenciando, a la vez, sus capacidades urbanísticas y sociales. El jurado, entre quienes se encontraban figuras como Víctor López Cotelo e Iñaki Ábalos Vázquez, ha valorado “el planteamiento respetuoso con el edificio en los aspectos espaciales, constructivos y de funcionamiento existentes, singularizando la intervención con elementos que no rompen las cualidades arquitectónicas del mismo, y dando como resultado una solución sintética, clara y ordenada”.
La resolución del concurso coincide con el 140º aniversario del acto de inauguración de la estación de Delicias, presidido por el rey Alfonso XII el 30 de marzo de 1880. Denominada entonces estación de Ciudad Real, el edificio es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del hierro del último tercio del siglo XIX en España y cabecera de la línea ferroviaria hacia Extremadura y Portugal.
Valor patrimonial del edificio original:
El Museo del Ferrocarril se inaugró en España en 1967 y permaneció en el Palacio de Fernán Núñez de Madrid hasta 1983, año en el que se trasladó a la Estación de Madrid Delicias, cerrada al servicio ferroviario desde 1971.
La Estación Madrid-Delicias comenzó a construirse en 1879, siguiendo el proyecto del ingeniero francés Émile Cacheliévre, que aplicó un nuevo sistema constructivo formado por una serie de cuchillos armados, unidos a los pilares y hundidos en los cimientos, presentado por Henri de Dion en la Exposición Universal de París de 1878. La construcción original de Dion se perdió, por lo que la estación Delicias se ha convertido en la más antigua conservada que utiliza este sistema. La estructura metálica de la nave central fue construida en Bélgica por la firma Fives-Lille como la estación de Orsay de París, y posteriormente transportada a Madrid para el montaje final. Como curiosidad: sirvió para la recreación de la estación de Moscú en Doctor Zhivago.
El edificio principal, de un gran racionalismo y con la mínima ornamentación, utilizaba en su construcción hierro y vidrio. La nave central tiene 170 metros de largo, 35 de ancho y 22,5 de alto y en ella podían entrar a la vez cinco trenes de veinte coches. Los pabellones laterales, construidos en fábrica de ladrillo de dos colores, exenta de la estructura portante, tienen reminiscencias mudéjares, siguiendo el estilo tan utilizado en la época en la ciudad. Su inauguración supuso un acontecimiento para Madrid, ya que por entonces no existían todavía los edificios definitivos de las estaciones del Mediodía y del Norte.
El edificio se ha convertido en un gran ejemplo de la arquitectura e ingeniería de hierro por su estructura de hierro roblonado, material representativo de la revolución arquitectónica del siglo XIX y símbolo de progreso por su versatilidad y rapidez de construcción. En su ejecución se aplicaron conceptos nacidos de la revolución industrial, como la prefabricación de piezas, el ensamblaje como sistema constructivo, la estandarización y la economía de medios.
Una intervención en etapas:
Como ha indicado el Ministerio, el conjunto de la propuesta se divide en varias fases. Tras el traslado de la Biblioteca y el Archivo, se iniciará el acondicionamiento museístico del antiguo edificio de viajeros de la estación, con rehabilitación de cubiertas, estructura y fachadas, la transformación del vestíbulo, y un nuevo acceso y obras de urbanización exterior.
En la siguiente fase se acometerá la restauración y consolidación estructural y constructiva de la marquesina de la nave central y los acondicionamientos museísticos que exigieran el traslado o la protección de los vehículos históricos expuestos, la rehabilitación de cubrición, estructura principal de cubierta y fachadas y trabajos de urbanización exterior en la fachadas norte y sur.
Las últimas fases se destinan a la restauración de las fachadas interiores y exteriores y de las cubiertas de los cuerpos laterales del edificio de viajeros, para terminar con el acondicionamiento de la zona reservada a usos complementarios al Museo.